logo

actividades

Viajar al ritmo del mar y del río

Fecha de Publicación: 2023-04-19

Viajar al ritmo del mar y del río
Compartir

Chile está lleno de sitios donde abundan los paisajes verdes, las montañas y los cursos de agua. Maravillas que siempre dejan huellas en los viajeros, más todavía cuando se tiene la oportunidad de visitarlas usando alguna embarcación. Hay muchas, pero acá dejamos tres opciones sólo para aventureros. Una, ubicada en la Región de Aysén; otra, en la Región de Los Ríos y una última, en la de Magallanes.

Pocos lugares asombran más que aquellos donde el silencio sólo es interrumpido por el canto de pájaros o por el sonido de un curso de agua. Por la lluvia y el viento. Lugares alejados, escasamente habitados y explorados, donde los pueblos son pocas casas de madera, con cocinas a leña y chimeneas encendidas. Bellezas que, sin duda, se potencian porque tienen una última particularidad: se puede llegar navegando. La escena es así: tomas una embarcación abierta que remonta río arriba y empiezas a divisar, a lo lejos, parte de los glaciares de los Campos de Hielo Sur, o bien, vas con tu auto a otra barcaza que viaja de noche, pero, si tienes suerte, alcanzas a ver toninas, esos delfines amigables que adoran saludar a los navegantes. O subes a un barco turístico que te deja a los pies de un santuario. Sin duda, otra perspectiva.

Navegadas_06bahia-melimoyu©PiaRojo

Melimoyu No es una isla, pero parece. La Carretera Austral no llega hasta acá, de manera que la única forma de acercarse es por mar. Desde Quellón, puedes tomar la barcaza Queulat, de Naviera Austral (www.navieraustral.cl), con dirección hacia Puerto Chacabuco. Una ruta larga comparada con la otra opción bimodal que sale desde Hornopirén (www.barcazas.cl).

Ubicado en la región de Aysén, en los fiordos de la costa continental, a 300 kilómetros de Puerto Montt, Melimoyu se hizo conocido después de que un grupo de chilenos viniera a colonizar durante los 80. Hoy quedan cerca de 50 familias, muchas dedicadas a la pesca o al ecoturismo. Una de ellas es Pía Rojo, dueña de la hostería Melimoyu (@melimoyuecocamp, @hosteriamelimoyu). Llegó con sus padres a los 10 años y nunca más se movió. “Acá está todo por hacer”, dice, argumentando que tanto su propuesta hotelera como el resto del pueblo es ciento por ciento sostenible. Ejemplo de esto es el abundante material reciclado usado en los hogares, el uso de paneles solares y el ingenio para optimizar el consumo de agua.

Navegadas_07domo-2-melimoyu©PiaRojo

Ofrece baños de bosque, caminar por el sendero de nalcas gigantes y por la ruta de los arrayanes, viajes en bote hacia Puerto Gala y kayaks para navegar. Tinajas con agua caliente. El hospedaje puede ser en alguna de las habitaciones de su hostería o bien, en el domo con ventanales enormes que miran a los coihues, al seno Gala y al volcán homónimo. Hay que internarse para admirar los glaciares y canales; los bosques de cipreses y canelos; y fauna, como la ranita de Darwin, pumas, zorros, pudúes, delfines chilenos y ballenas azules, entre otras.

Río Serrano En el límite sur del Parque Nacional Torres del Paine está Río Serrano, un pequeño poblado rodeado de bosques de coihues, lengas y cipreses, además de fauna acuática privilegiada, perfecta para los amantes de la pesca deportiva.

Un lugar al que se puede llegar manejando, pero también en embarcación durante el verano. Recientemente se volvió a activar la ruta navegable que estuvo cerrada por pandemia. La empresa Sólo Glaciares (www.rioserrano.travel) tiene barcos que zarpan desde Puerto Natales. Se detienen en Puerto Toro para conocer el Parque Nacional Bernardo O’Higgins y el glaciar Serrano y luego remontan río arriba para divisar glaciares de los Campos de Hielo Sur y el salto de río Serrano. Alrededor de 20 minutos después, arriban al poblado de Río Serrano.

Navegadas_02ElRobledal@FernandoFainberg_rio-cruces

Buen número de viajeros se queda en Konkashken Lodge (@konkashken.lodge, www.konkashkenlodge.com). Ocupando el concepto de bungalow-caravana, cuenta con cabañas que emulan el antiguo carromato. Tienen energía solar y agua de pozo. Existe, además, un hostel para mochileros.

Patrick Marcus, anfitrión de Konkashken Lodge, congrega a los visitantes en torno al tradicional cordero al palo, además de ofrecer instancias para la pesca deportiva y la navegación en kayak. También hay excursiones más exclusivas, como el avistamiento de pumas.

Todo es aventura acá, señala Marcus. Esa sensación, dice, de recorrer rincones por donde se han encontrado restos de ictiosaurios, lleno de glaciares, es algo que vale la pena de ver. Aunque advierte que la navegación no es para todos. Los que buscan comodidad deberían llegar por tierra; los que quieren sentir el viento en la cara, divisar, quizá, águilas moras, cóndores y truchas marrón, que suban al barco.

Santuario de la Naturaleza Río Cruces A 17 kilómetros de Valdivia está Punucapa, poblado de origen huilliche, hoy conocido por ser zona de humedales y de fiestas costumbristas. Es también una importante reserva de especies únicas pues colinda con el Santuario de la Naturaleza Río Cruces. Razones suficientes para conocer este lugar. Una forma de hacerlo es por tierra, tomando la ruta que va de Valdivia a Curiñanco o bien, si lo tuyo es el arte de flotar, puedes remar tu propio kayak (dos horas de travesía con buen tiempo) o hacer uso de cualquiera de las embarcaciones turísticas que parten desde Valdivia.

Navegadas_01ElRobledal©FernandoFainberg_cabanas

Al llegar, destaca El Robledal (www.elrobledal.cl y @el_robledal), recinto que tiene como misión proteger la vida silvestre y conservar la biodiversidad. Sólo cuentan con dos cabañas una para cuatro personas y otra para dos personas, pensando en no alterar demasiado el entorno. Su dueño, Fernando Fainberg, recibe a los viajeros invitándolos a ser parte de este escenario. Quienes llegan saben que no pueden andar con mascotas ni fumar, salvo en la terraza de la cabaña. Un esfuerzo que ha dado frutos no sólo porque tienen el privilegio de ver, muy de cerca, a zorros culpeos, gatos guiñas, huillines y coipos, sino porque también han experimentado el regeneramiento de ecosistemas relevantes, como el de seis tipos de ranas diferentes.

Es, sin duda, un buen sitio para llevar libros y cámara fotográfica. Son muchos los que hacen avistamiento de aves, esperando ver el chercán de las vegas, fio fios, chirihues y cisnes de cuello negro, entre otras. También es posible practicar trekking, recorrer el estero San Ramón y arrendar kayaks.

Datos de contacto Hostería Melimoyu @melimoyuecocamp @hosteriamelimoyu

Konkashken Lodge @konkashken.lodge

El Robledal @el_robledal

Más por descubrir